“La obesidad es una condición mental con manifestaciones metabólicas donde el individuo es incapaz de mantener su peso ideal.”
Dr. Héctor Guerrero Heredia, Psiquiatra
Con esta cita de nuestro Psiquiatra dominicano Héctor Guerrero Heredia inicio esta publicación que hoy les presento, ya que es la definición que mejor comparto con mis criterios profesionales. La obesidad o exceso de peso corporal es una considerada una pandemia ya que las cifras son cada vez más alarmantes en todos los rangos de edad. Cada vez más individuos acuden a médicos, endocrinos, spas y hasta farsantes quienes ofrecen resultados milagrosos. Sin embargo, la condición como tal en la mayoría de los casos se origina en la psique. Solo se intenta de tratar de romper hábitos que se automatizan al comer y que son muy difíciles de cambiar; no se reconocen los problemas emocionales y se vuelcan en la comida.
Las conductas que se utilizan al comer vienen por hábitos creados a través de nuestras vidas. Estos son difíciles de modificar por los años de costumbres e ignoramos que están íntimamente ligados con las emociones. No existen concienciación en los hábitos y programas de pérdida de peso, ya que solo se enfoca en programas de ejercicio físico y dietas hipocalóricas. Estudios aseguran que luego de seguir una dieta, el 90% recupera el peso original o más luego de un periodo de cinco años.
Perder peso, salud física, estética y fitness se han convertido en una obsesión. No obstante, el aspecto que tiene que ver con la salud mental se ha dejado a un lado sin tomar en cuenta que, en la mayoría de los casos, es donde se origina todo. En la Obesidad influyen aspectos psicológicos, sociales, familiares y malos hábitos. Por esta razón, dicho trastorno se convierte en una enfermedad crónica.
Si el individuo no logra abordar su historia de vida a nivel emocional, le resultará casi imposible mantener el peso ideal a través del tiempo. No existe per se un tipo de personalidad para el individuo obeso. Sin embargo, quien padece esta condición tiene dificultad para identificar sus propias emociones con la comida. Tenemos el ejempo de un niño que cuando llora su madre lo recompensa con la comida. Cuando este niño llegue a la adultez comerá sin control con el fin de satisfacer cualquier necesidad. Esto sucede porque esta emoción aún permanece en el inconsciente.
El obeso tiene comportamientos adictivos. Es decir, la comida será el efecto droga, ya que cuando la ingiere ciertos neurotransmisores y neurorreceptores desencadenan una respuesta de satisfacción.
Se identifican emociones como la ansiedad y la depresión ya que las personas obesas son estigmatizadas por la sociedad y resulta una alteración de autoestima, así como sus relaciones interpersonales, de pareja e incluso laborales. Por ejemplo: A la hora de contratar a un empleado prefieren al delgado en vez del obeso.
Entre los factores emocionales de la Obesidad encontramos los mencionados a continuación:
Negación: El obeso entiende que su condición se debe solo a efectos físicos y biológicos.
Tensión y Ansiedad: Una persona con el fin de calmar su ansiedad optará por la ingesta de comida y en la mayoría de los casos confunde la ansiedad con apetito. La ansiedad es un estado crónico lo que significa que con el paso del tiempo el individuo comerá cada vez más cuando se sienta ansioso y engordará significativamente.
Ira, cólera y miedo: Si se prolonga en el tiempo pueden dar paso a la ansiedad. Por ejemplo: Un enfado con alguien cercano.
Frustración: Se presenta la insatisfacción personal, social y laboral.
Culpabilidad: El individuo se considera causante de toda situación negativa.
Aburrimiento: El sedentarismo es parte del estilo de vida del obeso por lo tanto el ocio lo lleva a sentirse aburrido.
Tristeza: Los síntomas de apatía y anhedonia (falta de placer) manifestados en el individuo obeso.
Estas emociones nos producen llevar a satisfacer de manera urgente por eso se acude a la nevera o despensa a encontrar lo más fácil y rápido. Por ejemplo: No solemos preparar una nutritiva ensalada sino que vamos a la nevera y procuramos lo más rápido para ingerir. El individuo utiliza la comida como fármaco. Ya que la misma se ha convertido en adicción.
Entre las manifestaciones manifestaciones depresivas, mencionamos las siguientes:
Sensación de Cansancio
Bajo Nivel de Autoestima
Irritabilidad, irascibilidad y agresividad
Incapacidad de centrar la atención
Pesimismo y negatividad
Apatía
Angustia y ansiedad
Decaimiento (se gratifican con dulces y grasas, componentes que estimulan la serotonina que se muestra disminuida en las patologías ya mencionadas.
En cuanto a la asociación de comidas con situaciones que marcan la vida del paciente podemos mencionar:
Alimentos cargados de simbología: Eventos agradables y desagradables que rememoran hechos o acontecimientos significativos tales como:
- Premios (promociones academicas, laborales y extracurriculares)
- Celebraciones (bodas, cumpleanos y otras festividades)
Es importante mencionar algunas irregularidades con la sexualidad tales como:
Miedo a la intimidad: El individuo se siente autorrechazado
Temor o desagrado y lo oculta a través de la subida de peso para así evitar el apego o compromiso, vulnerabilidad y dependencia. Ejemplo: Si engordo así nadie me mirara.
Miedo a ser infiel: Relaciona delgadez con atractivo. Por ejemplo: Si soy atractivo puedo caer en la tentacion de ser infiel.
Ideas retrógradas inculcadas durante la infancia
También encontramos las excusas para alcanzar metas:
El individuo utiliza la excusa o el pretexto perfecto para no conseguir ciertos logros como vida social, laboral o intima. Emplea la excusa para lograr metas que en la mayoría de los casos son inevitables.
Por ultimo, debemos mencionar la Evasión:
Utilizado como pretexto para no salir de su zona de confort como situaciones determinantes, evitar elecciones erróneas o dolor que puedan provocar.
Miosotis Grullón, Psicóloga
Editora del Blog